Javi Castellano: "¿Jugar todo? Cuanta más caña, mejor me encuentro"
En
el epicentro del juego de Las Palmas, se ha hecho fundamental en los
planes de Paco Herrera, que le ha concedido todos los minutos de la
primera vuelta de la competición. Aplaudido por compañeros y
rivales, el centrocampista es el sostén silencioso de un equipo
líder y sin fisuras.
— De
nuevo ha conseguido jugar todos los minutos de la primera vuelta de
la competición. ¿Cómo se logra repetir esa regularidad?
— He
vuelto a repetir lo que conseguí en mi primera temporada. Me
encuentro muy bien, el equipo va como un tiro, y eso me ayuda en lo
personal. Espero que se vuelva a repetir aquella temporada, en la que
no tuve lesiones y terminé muy bien el campeonato. No solo es
importante para mí jugar todos los partidos, sino jugar siempre los
90 minutos porque el entrenador no me cambio.
—
¿Físicamente
como lo soporta?
— Lo
llevo muy bien. Cuanto más caña le meto a mi cuerpo mejor me
encuentro. A lo mejor si me dan descanso rindo peor... (ríe) Me
siento fuerte, me encuentro muy bien en todos los partidos y
entrenamientos, y por ahora no quiero parar.
— ¿En qué ha evolucionado a las órdenes de Paco Herrera?
— Sobre
todo a darle importancia a la intensidad del día a día. Aunque me
lo impongo en cada entrenamiento, él también lo exige. Quiere que
seamos siempre intensos y eso al final se refleja en los partidos.
Además, si sientes la confianza del entrenador es más fácil poder
desplegar mi fútbol y ayuda a que arriesgues más en los partidos.
— Intenso, pero limpio. Solo una tarjeta en 21 partidos...
—
Suelen
decirme que soy un jugador bastante limpio. Consigo evitar las
tarjetas con rapidez y anticipación, además de las ayudas que
recibo de los compañeros. Es verdad que tengo que abarcar mucho en
el campo, pero la clave es estar bien posicionado en todo momento y
en eso influye la visión de juego de cada uno.
—
Inamovible,
ha cambiado de pareja en el doble pivote por lesiones o sanciones.
¿Le condiciona?
—
Conozco
perfectamente cómo juegan Hernán, Roque o Vicente Gómez. Con los
tres me compenetro bien en el campo y mi juego no influye en los que
están a mi lado. Quizás a Hernán le doy el balón más al pie,
Roque juega entre líneas o Vicente más en largo, pero no me
condiciona. A la hora de defender todos somos iguales.
— ¿Qué le falta por mejorar?
— No
me pongo un techo, no se sabe a dónde vas a llegar. Ves que la gente
te está diciendo que haces bien las cosas, pero yo no me lo creo
mucho. Quizás me queda por mejorar los desplazamientos en largo y
participar más en el juego, aunque no es vital para mí con los
jugadores que tenemos delante. Yo estoy de guardaespaldas.
— Ha
conseguido deshacer el debate sobre el mediocentro y el recuerdo de
Samways.
— A
Vinny le vi jugar en el Insular, nunca me olvidaré del partido
contra el Madrid en el que Rubén marcó dos goles. Con esa edad, 13
o 14 años, no me fijaba en los movimientos en el campo, pero sí me
impresionó lo aguerrido que era y el carácter que tenía Samways.
Él protestaba y entraba más fuerte que yo... (ríe), pero era un
jugador que abarcaba mucho en el campo y tenía gol con un gran
poderío físico. Es un gran referente, aunque yo me he fijado más
en Xabi Alonso o Busquets, que son más recientes.
— Se
valora tanto su trabajo como el que mete los goles.
— Sí,
es como si yo también marcase goles... Es normal que se destaque a
Sergio (Araujo) porque es muy importante para el equipo, pero también
es muy bonito que se valore la faceta defensiva que hacemos los
mediocentros como yo. Es un halago para mí, la afición canaria sabe
mucho de fútbol. Detrás de los que marcan goles hay gente defiende.
— Desde su perspectiva analice la primera vuelta del equipo.
— Desde
mi posición veo cómo se gesta el juego, hacia dónde van los pases.
El equipo hace una gran presión arriba y eso facilita las cosas.
Funcionamos como un bloque juegue quien juegue. Una de las claves es
que se trabajan muy bien los partidos. Hemos tenido dos derrotas y
nos hemos levantado rápidamente; eso habla también bien de la
fortaleza mental del grupo.
— Habrá
festejado que Dani, su hermano, haya vuelto a jugar.
— Lo
veo muy fuerte, aunque le faltan partidos para que recupere el ritmo.
Estoy muy contento.
— El tiempo les ha dado la razón renovando con Las Palmas. ¿Dudó?
— Sí, porque tenía ofertas superiores de fuera y de Primera, pero el presidente nos convenció. Nos aseguró que este sería el año, que pondría todo de su parte para hacer un proyecto ganador después de lo sucedido ante el Córdoba. Aquel partido fue un aliciente para seguir. Viendo cómo nos van las cosas, Ramírez tenía razón. No me he arrepentido de no irme a otro equipo, ahora veo muy cerca jugar en Primera con el equipo de mi tierra.
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